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Caso clínico: Adaptación de la reposición

Una vez entrados los animales, las cerdas empezaron a toser a los cinco días dejando de comer prácticamente todas.

9 octubre 2002
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Descripción de la granja



La granja que nos ocupa este caso, es una granja situada en la región de Castilla y León. Es una granja comercial con autoreposición que trabaja en un sistema de 3 sitios y con una población de 1200 cerdas de las cuales unas 100 son abuelas y 20 bisabuelas. El destete se realiza a los 21 días. Al mismo tiempo dentro de las mismas instalaciones posee su propio centro de inseminación con capacidad para 12 verracos que se muestra en las siguientes imágenes.

Centro de inseminación artificial

Centro de inseminación artificial

Dos imágenes del centro de inseminación artificial

Tiene unas lechoneras para la reposición donde están más o menos hasta los 30 kg. Posteriormente se llevan a una nave con paja donde están hasta los 50-60kg. De allí pasan a otra nave con paja donde se seleccionan y donde se realiza el manejo pertinente hasta la cubrición definitiva.

Sala de lechoneras

Sala de lechoneras

Nave de primerizas

Nave de primerizas

A parte de estas instalaciones hay unas bomboneras donde se dejan las lechonas que no cumplen un mínimo de condiciones para ser seleccionadas así como los lechones al destete que igualmente no cumplen un mínimo para ser llevados a los distintos sitios 2.

La granja es positiva a PRRS, NE, APP, rinitis, Aujeszky, influenza y sarna, siendo el plan vacunal:

NE: 21-42-160 días de vida
Aujeszky: 70-100-170 días de vida
Rinitis: 110-150-205 días de vida
Parvo-MR: 185-205 días de vida

Además después de la cubrición se realizan las siguientes vacunaciones:

Primerizas:Rinitis 60 y 20 días antes del parto
E.Coli 40 y 20 días antes del parto
Multiparas: Rinitis 60 y 20 días antes del parto
E.Coli 20 días antes del parto

A parte se hacen 3 barridos al año de Aujeszky y una vacunación de Parvo-MR el día antes del destete.

Como puede verse las vacunaciones son muchas (y tal vez hasta demasiadas en estos momentos) pero esta granja había tenido muchísimos problemas sanitarios y especialmente en el tema de la rinitis. También se hace una desparasitación 2 veces al año via pienso.

La entrada de animales se ha limitado a 2 entradas al año de verracos. Desde hace 3 años no ha entrado ninguna cerda a la granja. Esto se debe al hecho de que anteriormente había sufrido muchísimos problemas de recirculaciones viricas (PRRS) y de todo tipo de problemas sanitarios. Por ello se decidió entrar bisabuelas.

Hace 1 mes que volvieron a entrar 20 bisabuelas más junto con 3 machos. Estos 3 machos eran negativos a todas las enfermedades anteriormente descritas y las 20 hembras eran solamente positivas a NE.

Adaptación



Anteriormente a la introducción, los animales habían estado en una cuarentena alejada varios kilómetros de la granja. Durante ese tiempo se realizó un manejo de cuarentena y adaptación a la patología existente en la granja. Este manejo consistió en una adaptación tanto sanitaria como productiva con un protocolo muy estricto.

La adaptación sanitaria se centró principalmente en el ámbito de aparato digestivo y sobre todo respiratorio mediante la introducción progresiva de heces de hembras en sala de parto y de lechones con problemas respiratorios así como de cerdas viejas de la explotación. Asimismo se siguió la misma pauta de vacunación existente en la granja

Para la adaptación productiva no se pudo hacer ninguna inseminación previa a la definitiva (ej. con semen muerto) puesto que los animales llegaron ya con mucho peso. Se decidió cubrirlos en la cuarentena para hacerlos entrar en la granja ya gestantes y así dar tiempo a realizar todo el proceso de la adaptación.

A lo largo de todo este proceso ningún animal fuera macho o hembra sufrió el más mínimo problema excepto una cerda que murió. No hubo ninguna sintomatología de ningún tipo y tan solo se trató a 3 de las cerdas por cojeras que cursaban con heridas.

La cerda muerta se diagnosticó como muerte súbita puesto que no se le pudo realizar la necropsia y tan solo se pudo hacer un diagnostico aproximado a posteriori.

Aparición del caso (día 0)

Cerda de reposición
Cerda de reposición

Una vez entrados los animales, las cerdas empezaron a toser a los cinco días dejando de comer prácticamente todas. De entre ellas hubo cinco que sufrieron una tos más fuerte que el resto. Se decidió inyectar un antibiótico a estas cinco y un tratamiento en el agua a todas ellas con doxiciclina. Las cerdas entraron con distintos días de gestación (con una media de 70 ± 5 días) y tres de ellas entraron sin estar gestantes.

La introducción de estos animales tuvo que hacerse en una gestación que alberga a 180 hembras gestantes.

Gestación de 180 plazas

Gestación de 180 plazas

¿Y mientras tanto los machos que hacían?

Los machos entraron 2,5 meses antes que las cerdas (después de finalizar el periodo de adaptación) pero lo hicieron directamente en el centro de inseminación artificial. No presentaban ninguna sintomatología.

Visita la la granja (día 10)



En esta visita, se comprobó que una de las cerdas había abortado y otra había quedado bastante pálida y no comía apenas. La tos continuaba en alguna de las cerdas pero su incidencia había bajado mucho. Las tres cerdas vacías habían salido en celo y se decidió cubrirlas. No se hizo ningún tratamiento más.

Por su parte los machos seguían, hasta la fecha, sin presentar ningún problema en absoluto ni síntoma alguno. Ya en la cuarentena se les habían empezado a realizar extracciones y se continuó una vez llegados al centro. Se valoró su calidad espermática a nivel de motilidad y anomalías y se empezó a usar el semen después de la segunda extracción a su llegada al centro.

La duda era pues saber que es lo que había afectado a las cerdas (y si tendría alguna repercusión en el momento del parto) y por que no había afectado a los machos.

Diagnóstico



Queda claro que las cerdas sufrieron un brote de PRRS mientras que en los machos no ha sido así, por el momento.

También es bastante evidente que el hecho de haber entrado a las hembras en una nave con 180 cerdas más creó una presión de infección suficiente como para provocar el problema. En algún momento se produjo una recirculación de PRRS en la granja que afecto seriamente a estas cerdas. A su vez estas actuaron como multiplicadoras del mismo problema. Esto se pudo comprobar en la sala de partos donde a partir de la entrada de estas cerdas de esta gestación en partos se desencadeno una sintomatología que coincidía con un cuadro de PRRS (incremento de los NM, lechones muertos expulsados varios días después del parto, lechones nacidos débiles, cerdas con el parto adelantado de varios días, falta de leche muy patente hacia los 5-7 días post-parto, etc.). Los análisis serológicos que se hicieron a posteriori lo confirmaron.

Seguramente la siguiente acción a tomar, sería el asegurarse de que todas las cerdas han seroconvertido y que la próxima vez que se tengan que introducir cerdas a la granja sepamos aprender de los errores cometidos. Aunque sea difícil de olvidar sería bueno el escribir todas aquellas cosas que se salen de la normalidad en un libro para intentar evitar que vuelvan a suceder.

Comentarios



Estamos seguros de que la aproximación al caso clínico presentado suscitará bastantes criticas. Somos conscientes de que esta aproximación no fue la más idónea. Por ejemplo, hubiese sido mucho mejor el haber hecho 2 o incluso 3 sangrados antes de introducir los animales en la granja para ver si alguno de ellos estuviera en fase de excreción vírica y/o para detectar a los que todavía no hubieran seroconvertido. Sin embargo, a veces (por no decir muchas veces), en el día a día de una granja, ni todo se puede hacer como se querría ni todo lo que se hace sale como uno querría. El por qué esto es así nos llevaría a escribir un libro entero, cosa que obviamente no es el caso. A pesar de ello, hay que intentar, dentro de lo posible, hacer lo máximo que se pueda.

Este caso tampoco tiene intención ni de presentar nada exótico o fuera de lo normal, ni de establecer ninguna pauta de actuación magistral. La introducción de animales en una granja es siempre problemática, o al menos acostumbra a ser siempre un punto de desequilibrio a varios niveles dentro de la "estabilidad" de la granja. Se pretende reflejar una situación que se produce a menudo y de la que no se tienen todas las respuestas (a priori) todavía.

En la visita final, las tres cerdas cubiertas habían repetido. La del aborto se había vuelto a cubrir y 11 de ellas habían ya parido, quedando 3 por parir. Ninguna de ellas presentaba ya sintomatología alguna.

En la visita anterior (día 0) se decidió hacer un sangrado de todas ellas para ver si habían seroconvertido. Se analizo PRRS, Influenza (H3N2 y H1N1), Auj g1, y APP.

Analítica % Positivas
App 100
AujG1 0
H3N2 20
H1N1 30
PRRS 70

Las cerdas (de una genética hiperprolífica) tuvieron una media de 9,7NV+ 1,0NM + 0,8mm contra una media de 10,6NV+0,7NM+0,6mm de las hembras de primer parto de la explotación.

Sin embargo, las 5 hembras que resultaron ser negativas a PRRS tuvieron una media de 13,6NV+0,2NM y 0 momificados. Además coincide con las hembras que entraron con más días de gestacion a la granja ( todas ellas entre 77 y 80 días).

Los machos por su parte siguen siendo negativos a PRRS, pero se han vuelto positivos a NE. Sin duda es un problema el que existe en estos momentos puesto que es de esperar que estando el centro dentro de las mismas instalaciones, tarde o temprano se vuelvan positivos a PRRS con el problema que ello pueda conllevar.

Lo que queda bastante claro es la importancia de la presión de infección que para los más calculadores se define como (n2-n). Entrar las cerdas en una nave junto a 180 animales más es muy distinto que entrar 3 machos donde hay tan solo 8 animales más. Aquí llegamos a otro punto de crítica puesto que, siendo conocedores de esta presión de infección, hubiera sido mucho mejor entrar las cerdas en la granja con 90 días de gestación y tenerlas en un local aparte hasta el momento de introducirlas en las salas de partos junto con hembras de la explotación donde (n2-n) hubiese sido mucho menor.

Un punto a favor es que se pudo entrar genética nueva de una procedencia muy limpia sin que hubiera ninguna problemática para el resto de la granja. Sin embargo, la media del primer parto ha sido baja y es conocida la correlación que existe entre los NV al primer parto con la media de NV durante la vida productiva de una cerda ¿Hubiese sido mejor traer primerizas a 8 Kg o a 100kg? La media de lechones destetados/cerda/año es en estos momentos (acumulado 2002) de 23, de lo que se puede deducir que el trabajo se hace, no perfecto, pero si bien. Una granja debería ser un sistema dinámico que permita evolucionar aun a costa de cometer errores. Lo importante es saber corregir esos errores y aprender de ellos.

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